En la antigüedad nos dijeron que dios ama a los pobres, y que es más difícil que un rico entre en el reino de los cielos que un camello pase por el ojo de una aguja. Y hoy nos siguen manipulando hasta el punto que parece que es malo el dinero y es malo aspirar a la abundancia financiera.
Y así siempre el dinero siempre en manos de unos pocos, unos pocos que saben como manipular y acumular grandes cantidades que ni siquiera se pueden llegar a gastar.
Tenemos que empezar a entender que estamos en un mundo FÍSICO que aunque sea una ilusión, como dijo Einstein es MUY PERSISTENTE y desde luego que no hemos venido a sobrevivir. ¿Es malo el dinero? ¿Es malo el sexo? ¿Es malo el lujo? ¿Es mala la comida? Solo son buenos o malos nuestros pensamientos. No es cuestión de cantidad, si no de como lo vemos nosotros.